La discapacidad auditiva tiene numerosas causas y afecta la calidad de vida de las personas. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI, en Perú existen más de 232 mil personas con discapacidad auditiva. En algunos casos las causas pueden ser por herencia genética, congénitas (durante el desarrollo del bebé), enfermedades como rubeola y sífilis, infecciones, ictericia y falta de oxígeno al momento del parto, así como, por causas adquiridas.
Al respecto, el Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Centro Médico Naval “Cirujano Mayor Santiago Távara”, Capitán de Corbeta SN (MC) Aldo GAITA Iparraguirre precisó: “Las patologías más frecuentes son el trauma acústico, producto de la exposición al ruido de larga data sin la protección adecuada como son el uso de orejeras o tapones auditivos; mayormente estos casos se presentan en los operarios de máquinas, motores, músicos y artilleros.”
Cabe mencionar que, durante el verano hay mayor incidencia de pacientes con otitis externas luego de visitar playas o piscinas que no se encuentran en óptimas condiciones de salubridad. Asimismo, existen diversos casos de pacientes con el oído inflamado u otitis media a consecuencia del ingreso de agua al oído, resfríos mal curados y por el uso de medicamentos sin prescripción médica.
En ese contexto, sintetizó que para cuidar la salud auditiva se debe descansar de los audífonos, si su rutina implica larga exposición al ruido recomendó usar equipos de protección como orejeras, no usar hisopo de preferencia deberá limpiar la zona externa con un paño suave y agua tibia, evitar escuchar música con volumen excesivo; entre otros.
“La tecnología y modernidad como es el uso de “airpods”, esta lesionando nuestros oídos y no lo notamos. Por su edad, es normal que una persona de 70 años no escuche bien, pero si nos descuidamos adelantamos el proceso de la pérdida auditiva. Actualmente, asisten a consulta pacientes entre 40 y 50 años que ya presentan dificultad para escuchar o entender. Escuchan, pero no entienden”, destacó el médico especialista.
Acerca de la pérdida auditiva hizo hincapié que existen dos tipos de hipoacusias: pérdida auditiva neurosensorial, cuando hay un problema en el oído interno o en el nervio auditivo que envía el sonido al cerebro, suele darse como parte de alguna lesión por la exposición prolongada al ruido o por envejecimiento, tumores; entre otros.
Mientras que, la pérdida auditiva conductiva, es aquella en la que el sonido no llega al oído interno, generalmente debido a una obstrucción o trauma, pero es más sencillo de curar. Se genera por infecciones, introducir objetos extraños, alergias, rotura de tímpano y cerumen impactado.
Finalmente, para reconocer una infección en el sistema auditivo, deberá identificar la intensidad del dolor en el oído, si siente una sensación de taponamiento, si hay dificultad escuchar con claridad o nota una disminución de la audición. En caso presente una secreción amarilla o verde en el oído, puede ser un signo de infección de oído, por ello, debería acudir de inmediato a su médico de confianza.